Tener una oficina en Interlomas sigue siendo esencial para el éxito de tu negocio

Los beneficios de trabajar en casa son muchos y variados, negarlos no es necesario, sobre todo porque son obvios: la gente encuentra comodidad y productividad cuando trabajan desde casa, y al mismo tiempo logran un balance único en su tipo entre su vida laboral y la privada gracias a los valiosos minutos que se ahorran en traslados, en distracciones y en constantes salidas por café. Ante este panorama, ¿vale la pena tener una oficina en Interlomas?

A pesar de todos estos beneficios, creemos que el fin de las oficinas todavía está lejos siempre y cuando se haga una modificación en la forma en que estas son concebidas y comprendidas. Las personas necesitamos estructura y también interacción social, algo que solo se logra en las oficinas. Si pasamos todo el tiempo encerrados en casa con nada más que juntas virtuales, perdemos habilidades sociales que también son esenciales para el éxito profesional. 

En ese sentido, aunque optimicemos tiempos y procesos para que el trabajo pueda seguirse haciendo desde casa, también debemos optimizar los espacios de oficina para cuando la gente vaya a trabajar presencial, y darle un giro total a lo que entendemos en sentido de convivencia, productividad y trabajo. 

Para muchos, volver a poner pie en las oficinas parece incomprensible, sobre todo después de probar las bondades del trabajo desde casa. Y quizá tienen razón, excepto porque a las oficinas sí se les puede cambiar el sentido. 

Los expertos tienen algunas ideas. Ya que la pandemia nos mostró nuevas formas de trabajar, las oficinas ahora deben enfocarse en crear valor para los empleados de forma distinta para que piensen en beneficios. Una opción es convertir las oficinas en un espacio abierto: parte cafetería, parte espacio de relajación, parte sala de juntas, biblioteca y en general, un espacio para los que necesiten concentrarse, socializar y salir de sus casas. 

Al transformar la oficina en un espacio placentero, los empleados querrán ir con regularidad sin sentirse obligados a cumplir un tiempo particular. Lo harán precisamente porque es un espacio flexible para intercambio de ideas, socializar, enfocarse en tareas particulares que no hacen sentido desde casa y pasar un buen rato siendo productivos de un modo distinto a como lo son encerrados. 

¿Y esto cómo se logra? Primero con un cambio en la cultura laboral. Los empresarios y líderes deben dejar de pensar el espacio como un lugar al que los empleados están obligados a ir para ser productivos, porque ya quedó claro que eso no es verdad. En cambio, deben pensarlo como un lugar al que los empleados van para mejorar sus habilidades, para capacitarse, para un trabajo en equipo más eficiente cuando se necesita. 

Segundo, se necesita un cambio en el diseño. Dejar atrás los espacios que se enfocaban en estaciones de trabajo personales para crear lugares más colaborativos e inspiradores, más enfocados en el bienestar, con muebles ergonómicos y mesas comunales. 

Las oficinas en Interlomas de Palmas Uno se entregan en obra gris para crear estos nuevos espacios de trabajo flexibles y colaborativos, de este modo tu empresa iniciará con el pie derecho en un nuevo lugar. ¿Te atreves a probar esta nueva modalidad?